Clara Campoamor-ri egindako omenaldia.
Querida Clara:
Suponemos que sabrás porque estamos aquí. Ya ves que hoy han venido más personas que de costumbre. Nosotras, las mujeres de Plazandreok, ya estuvimos aquí hace unos 4 años para darte las gracias y homenajearte. Estarás contenta, desde entonces más gente te conoce, si hasta te han dedicado una plaza en nuestra ciudad, claro que es una plaza pequeñita y bastante desconocida, pero no te importará, a ti que has sido tan ignorada. Y por otra parte ya sabrás que este es un gran honor, en Donosti no hay tantas calles que lleven nombre femenino. Por otra parte también hemos sabido que hasta en el Congreso de los Diputados de Madrid te van a dedicar un busto, ya sabes donde tu conseguiste el derecho al sufragio para nosotras. Ya sabemos que es un poco tarde, sobretodo si pensamos lo importante que fue lo que conseguiste, pero ya ves todo llega con el tiempo.
Pero hoy es un gran día, hoy hace 75 años que en aquellas Cortes Constituyentes de tu República se aprobó el derecho de sufragio para todas las personas, gracias a ti desde entonces podemos participar en la vida política, elegir y ser elegidas; comenzaste la senda que nos abriría la puerta para intervenir en otros espacios, que hasta entonces nos habían sido vetados.
Claro que seguimos sufriendo violencia y discriminaciones y esto es lo más horrible, pues a este “feminicidio” le llaman violencia doméstica, o violencia de género, cuando debieran decir asesinato. Ya sabes, la primera perversión es la del lenguaje.
Pero hoy no queremos ponernos tristes y vamos a darte noticias buenas: Tenemos una nueva ley contra esa horrible lacra y lucharemos para que sea eficaz, acabando con el acoso y el crimen. También tenemos otra ley. Se llama de Igualdad, tenemos hasta una defensora, y esperamos que nos defienda de las discriminaciones.
Y hablando de discriminaciones ya sabes lo que ocurre con algunas Sociedades gastronómicas y con el Alarde de Irún y de Hondarribia (que dicen que por tradición sólo podemos desfilar de cantineras); imagínate donde estaríamos si este criterio, el de la tradición, rigiera para todo (ya Aristóteles, decía que el mejor adorno de la mujer es el silencio...) En otros lugares a las mujeres no les dejan pescar, no pueden heredar títulos, no pueden ser socias de algunos clubs... Pero queremos ser optimistas y vamos a trabajar por conseguir la paridad en todos los campos, porque, además, estamos convencidas de que cada día más y más hombres están de acuerdo con nuestras reivindicaciones, porque sólo desde la igualdad, podemos aspirar a ser libres y felices.
Y esto es todo Clara, recibe un fuerte abrazo feminista de PLAZANDREOK.
Donostia, a 1 de octubre de 2006
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